Resilientes es un homenaje a las personas que luchan en contra del cambio climático.
Resilientes es una serie de 3 piezas hechas con materiales naturales que hablan de varios conflictos y denuncian como nuestras acciones han llevado a una situación de estrés al planeta.
En esta pieza encontramos Nacra (Pinna nobilis), Centollo (Maja squinado), Ostras y Coral rojo del mediterráneo.
Las capturas mundiales de ostras en 2013 llegaron a 2.317.000 kilos anuales y en 2009 se pescaron unos 6.700.000 kg de Centollo en el mundo.
Diseño: Aloma Lafontana
Fotografía: Garcia Morales
Maquillaje: Estefania Vaqué
Modelo: Júlia Lara Jímenez
El coral tiene muchos factores que hace que esté sufriendo una situación extrema que si no frenamos le llevará a su extinción. Las amenazas son entre otras el aumento de la temperatura marina y la acidificación, las capturas directas tanto, para la joyería, la minería y construcción, para decorar acuarios marinos, para hacer suplementos de calcio y para uso médico. A pesar del enorme esfuerzo de muchas personas para evitarlo, se siguen coincidiendo licencias para la extracción y permitiendo su comercialización.
El coral rojo que he usado fue extraído en los años 70 en el Cap de Creus. Son los restos recogidos por el padre de un amigo, que los coraleros consideraban muy pequeños para su comercialización en aquel momento. Hoy en día las colonias de coral vivo raramente llegan a estas dimensiones. El coral crece de 3 a 5 mm. por año. Tuve muchos dilemas a la hora de hacer esta pieza, por la situación crítica en la que se encuentra el coral actualmente, pero aun así decidí utilizarlo para denunciar la situación actual.
Para esta pieza también he usado Nacra que tenía guardada mi abuela. Las Nácaras son el molusco más grande que se encuentra en el mediterráneo, se han tenido que enfrentar a las amenazas de la pesca, la contaminación y la reducción de las posidonias, su hábitat natural. Pero actualmente están en peligro crítico de extinción porque han perdido más del 90% de su población en tres años por culpa de un patógeno que las ha matado.
