Prado resiliente

Resilientes es un homenaje a las personas que luchan en contra del cambio climático.

Resilientes es una serie de 3 piezas hechas con materiales naturales que hablan de varios conflictos y denuncian como nuestras acciones han llevado a una situación de estrés al planeta.

En esta pieza encontramos Cardo (Dipsacus fullonum), Carlina (Carlina acaulis) y miraguano (Araujia sericifera).

Diseño: Aloma Lafontana
Fotografía: Garcia Morales
Maquillaje: Estefania Vaqué
Modelo: Júlia Lara Jímenez

La Carlina es habitual en los prados de Europa central y los Pirineos.
Sus principales aplicaciones derivan de su aceite esencial que presenta agentes antibióticos, pero también se utiliza como barómetro natural, ya que los cambios meteorológicos afectan a la forma de sus hojas. En muchas zonas del norte de España se coloca en las puertas y ventanas de las casas como símbolo de protección ante brujas, dragones y otros seres que hacen peligrar la vida y la felicidad.

Debido a sus múltiples cualidades estuvo casi al borde de la extinción por su masiva recolección, de ahí que en algunos países sea una especie protegida. Las partes utilizadas están recolectadas sin arrancar ninguna planta, después de que esta haya soltado la semilla, caen los envoltorios que son las partes que veis en la máscara.

El Miraguano fue introducido en Europa durante el siglo XIX como planta ornamental y también como textil para aprovechar la fibra del fruto como relleno.
El miraguano después de ser introducido por manos humanas se ha convertido en una especie invasora, trepando sobre árboles y arbustos sobre los que forma densas masas foliares quitándoles la luz y compitiendo con la humedad y los nutrientes del suelo.

Por otro lado con los Cardos ha pasado lo mismo en la otra punta de mundo, ya que se importaba desde Europa para el cardado de la lana. El cardo es una maleza invasora de abundancia creciente en la Provincia de Buenos Aires, fundamentalmente de áreas protegidas, pastizales y márgenes de caminos. Se indica que esta especie ha ocasionado impactos negativos de importancia, como por ejemplo la disminución de la diversidad florística nativa y la reducción de forraje disponible.